Compartir es la esencia de la cultura hostel. Alojarte en un hostel cambiará por completo tu experiencia de viaje a Ibiza. Más camas en una habitación es sinónimo de viaje más barato, sí, pero alojarte en un hostel también significa más diversión y muchas más anécdotas que llevarte a casa. Y si eres de esos que temen no descansar bien en el dormitorio compartido de un hostel, presta atención a estos consejos.
Existe toda una serie de reglas no escritas o “código de conducta” relacionado con el comportamiento esperado y de respeto mutuo en el dormitorio de un hostel. Algunas de esas normas son mantenerse lo más silencioso posible cuando otros duermen, no encender la luz del techo si puedes usar tu teléfono o una linterna para iluminar tu entorno inmediato o saber con plena certeza cuál es tu cama. Parece fácil ¿no?
Afortunadamente, los viajeros que se hospedan en los dormitorios compartidos de los hostels suelen comportarse con una educación ejemplar, pero eso no significa que siempre se garantice una noche de sueño ininterrumpido: ronquidos, camas “crujiendo” y huéspedes que llegan a diferentes horas de la noche, pueden distraer el sueño de algunos. Descansar bien dependerá, en gran medida, de la predisposición que tengamos para ello, y también de llevar a cabo las siguientes medidas:
Sé táctico: durante el check in, vale la pena preguntar al recepcionista del hostel si hay alguna litera superior disponible. De esta manera, si su compañero de litera vuelve al hostel más tarde que tú, no le oirás escalar tu litera y no te despertará.
Ven equipado: por supuesto, ninguno de los problemas mencionados serán un inconveniente si tienes tapones para los oídos y una máscara para cubrir los ojos mientras duermes. Ambos ítems componen el kit perfecto para dormir en cualquier hostel.
Ponte música: Remplaza tus tapones para los oídos con auriculares en la oreja y escucha música: idealmente algo relajante y sin letras, de esa manera es menos probable que inspire un diálogo interno, quedando como mera música de fondo. Asegúrate de que el volumen no está muy alto para evitar molestar a tus compañeros de dormitorio.
Métete en la cama solo cuando tengas sueño: parece una tontería, pero esto es realmente importante. En un hostel hay muchas zonas donde puedes descansar o disfrutar de la compañía de otros viajeros. Aprovecha esta experiencia y no te metas en la cama hasta que no tengas suficiente sueño. Esto te evitará dar muchas vueltas innecesarias en la cama.